Desde que llegué a Nueva Delhi, empecé a temer por mi vida -más bien a menudo-.
Mi hermana y yo concordamos en que el sútil arte de "andar" por la India radica en fingir extrema seguridad en tí misma Sin embargo, habían muchas cosas por las cuales temer. Por ejemplo:
El acoso de los nativos
* En mi opinión, un alto porcentaje de hindús son poseedores de algo a lo que denominé "SEXUAL CREEPINESS". Horror de los horrores.
Se me enchina la piel al recordar a los leprosos gritando "hey sexy" y sus ojitos suplicantes al rogarnos la oportunidad de besar nuestras manos (YAI)
El tráfico
* En India al parecer nadie conoce el significado de la palabra "CARRIL".
Lo más seguro parecía esperar a que las vacas crucen la calle... a ellas todos las respetan (a diferencia del resto de los peatones)
Los Rickshaws
* Una vez un rickshaw driver me dejó en medio de la NADA por que me agarró la pierna y yo le grité que no me tocara y así, nomás se detuvo y me pidió que me bajara. Chale.
* Mi hermana protagonizó lo que sería una excelente película de Bollywood llamada "El Amor viaja en Rickshaw" cuando su chofercito musulmán decidió que era la perfecta candidata a convertirse en la madre de sus hijos...
* Siempre temí morir electrocutada por la paupérrima instalación eléctrica de mi hotel. Habían cablecitos sueltos por doquier... * Mi regadera además, tenía la peculiaridad de no tener agua a diario. Aveces sólo tenía lodo. Mucho lodo. Y lo mejor es que cuando me iba a quejar me decían "OHHHH NO MADAME, espero que no se haya lavado los dientes con esa agua! Compre agua embotellada por favor".
* Un mono me mordió. Y temía haber sido infectada con ébola. * En general, los medios de transporte en Delhi no me parecían los más seguros. * Siempre temí caer en los baños y contagiarme de "algo" En fin, la India parecía estar llena de peligros.Pero mi peooooor susto fue cuando ya me iba del país y llegué al hermoso aeropuerto de Delhi...
Me subi a mi avion de India Air y despues de los procedimientos habituales (las indicaciones de seguridad en caso de emergencia y de que nos rociaran desinfectante en las cabezas) un hombrecillo rabioso y con turbante se levantó de su asiento y empezó a gritar algo que no pude entender.
Caí en pánico pero vi que la mitad del avión se reía muy divertido.
- Está borracho- Me explicó el viajero sentado a mi lado- dice que quiere juguito.
Cuando saqué mi cámara para tomarle foto, un grupo de MUCHOS hombres con turbante se levantaron de sus asientos.
CHALE. AHORA SÍ VAN A SECUESTRAR EL AVION (y de paso todos vamos a morir)
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