Echa raíces en todos los actos nobles de tu vida, y serás árbol.
Conduce tu libertad con sosiego y alegría y serás pájaro.
Ante la duda que te atormenta, mira hacia el cielo, y serás árbol.
Ante la culpa que te atosiga, sé generoso contigo mismo, y serás pájaro.
Ante el temor y el miedo que paralizan tu vida, abre tus brazos, y serás árbol...
Pero cuando las tinieblas y la obscuridad intenten protagonizar tu vida,
y no te dejen ver más allá de la inmediatez del día,
entonces simplemente ¡VUELA!
El árbol siempre esperará tu regreso,
con las puertas y ventanas de su casa abiertas,
para que anides en él...
Fernando Pérez.
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