La razón principal por la que fuimos a Sopot fue por que una familiar de Alice tenía una fiesta de disfraces.
Los Polacos sí que saben divertirse y (casi) todos estaban muy disfrazaditos y felices. Entre los mismos amigos de la cumpleaniera organizaron un show donde cantaron y bailaron.
Todos los invitados estaban unleashed y la música y la comida estaban buenazas. Nosotros también bailamos hasta quedar agotados, claro que fue mucho antes de que los Polacos de 40 anios se cansaran. Oh my. Somos unos abuelos.
Conclusión: Las fiestas de disfraces son la onda, pues.
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