Si pudiera hablar contigo hoy, te diría que me acuerdo de cuando me contaste de cuando estuviste en Tlaltelolco en la matanza de estudiantes del 68.
Que me acuerdo del reloj que me regalaste. El que tenía un elefantito rosa, y que fue mi reloj favorito durante todos los anios de mi infancia (y me lo seguia poniendo aun cuando ya no servía ).
Que me acuerdo de tu casa. Del Wolf. Del Kimono de tu sala. De tu colección de búhos. Del día en el que encontramos una rata en el WC y gritamos como locas.
Que recuerdo que me decías que cuando bailaba Flamenco te recordaba a La tia Elenita y que bailaba con la misma gracia que ella. Me acuerdo también que me regalaste una peineta.
Que me acuerdo de las veces que te dio por operarte la nariz con tu cirujano (que se parcía a Michael Jackson) aunque él te decía que ya no tenias mucosa.
Que te agradezco mucho el dia que me llamaste cuando estaba en el hospital. Me dijiste que todo iba a salir bien “Claro que vas a volver a caminar. Ya te estoy viendo bailando otra vez. Y cuando vengas, me vas a enseniar las Sevillanas”.
La última vez que te vi, me dijiste "Nunca te cases con un Alemán. Te lo digo por experiencia" y me dijiste también "Abrazame fuerte que yo creo que es la última vez que nos vamos a ver".
Si pudiera hablar contigo, te diria que hoy en la maniana me avisaron que ayer te dio por morirte.
Te diría que te lloré un poquito, que estoy triste, que hoy en la noche voy a mi primera clase de Flamenco.
y te diría también que te quiero.
Abrazos, tocaya.
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