miércoles, 16 de septiembre de 2009

Fragmentos seleccionados

Leyendo mis diarios noté algo muy jocoso. Antes me gustaban los hombres con lentes, sólo por el hecho de usarlos. No me refiero a lentes de sol; me gustaban los hombres con lentes de aumento.

Es más, al parecer, mi agrado por ellos era inversamente proporcional a lo "cool" de sus armazones; mientras más antiestéticos y grandes eran los armazones, mejor.

A los 10 años escribí por primera vez que alguien me gustaba por esa razón.

" Me gusta Alán Baltazares [jaja... Ya lo busqué en facebook para ver en qué clase de esperpento se convirtió ese niño, pero no está... bubu]. Antes no me gustaba, es más, se me hacía muy feo [recuerdo vagamente que sí era muy poco agraciado, el pobre] PERO ahora usa lentes y se ve tan inteligente y culto [jajajaja misterioso e intelectuaaaal]. Se ve guapo, parece una persona diferente [jaja]."

Alán Kent (oh por Dios, es verdad. Son como dos seres humanos completamente distintos)

Esa fijación me duró hasta la secundaria. Nunca me fijaba en ciertos tipillos hasta que llegaban a la escuela con sus nuevos anteojos que los hacían lucir muy Nerds.

Que por cierto, que palabrita con una definición encantadora: (del inglés nerd [/nerd/], adjetivo). Estereotipo que representa a una persona muy inteligente, fascinada por el conocimiento, especialmente el científico, pero socialmente torpe y aislada del entorno que le rodea [El sueño de cualquiera...].

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