No puedo decir que he tenido una vida difícil, porque no es cierto. Al contrario. Soy muy afortunada... Mi hermana está bien. Yo estoy bien y mañana, después de doce semanas, me dan de alta.
Desde que me desperté hoy, por mi cuarto, han pasado muchas enfermeras, trabajadores sociales, doctores, fisioterapeutas y asistentes. La gente que sirve la comida, la gente que nos trae el té y la gente que tiende las camas. Todos vienen a despedirse de mi. Me abrazan. Me desean lo mejor. Yo los abrazo y lloro. Lloro mucho.
En los hospitales de este país pasé por todas las etapas posibles, desde Life is a Bitch hasta Life is a Wonderful Place. He aprendido mucho... y sobreviví.
Los primeros días sólo me dediqué a recuperar y recoger los pedacitos que quedaron de mi después del accidente. Cuando mi hermana despertó del coma y mis perspectivas de volver a caminar se veían bien, el tiempo paso mas rápido.
Hubieron complicaciones, mi hermana se fue, tuve mucho miedo. Las cosas mejoraron. Regresó mi sentido del humor (tan tonto él) y pase el resto del tiempo haciendo las cosas que me gustan, leyendo mucho, platicando durante horas, garrapateando textos como loca -como hace años no lo hacía-.
Siempre estuve rodeada de gente. Mis amigos estuvieron aquí para leerme cuentos, lavarme el cabello, traerme delicias-del-mundo-exterior, verme dar mis primeros pasos. Tuve el apoyo de amistades reestablecidas, de familiares y amigos a la distancia. Siempre había alguien con las palabras que necesitaba oir.
Todos estos meses, mi mamá e Iván han sido mis muletas. Han aligerado la carga y el tiempo.
Y ahora me siento rara. Creo que tengo un poco de miedo. Estando en el hospital me sentía segura y ahora es tiempo de retomar mi vida, justo donde se quedó hace tres meses. Es como cuando sabes que termina una de las grandes estapas de tu vida y no sabes qué hacer, por que de alguna manera, eres una persona diferente.
Mañana estaré otra vez sobre mis propios pies, en el-mundo-exterior... y estoy tan emocionada.
No puedo decir que he tenido una vida difícil, porque no es cierto. Al contrario. Soy muy afortunada...