Desde la ventana de la recámara vimos un par de ojitos brillantes. Era bichi, pegada contra el vidrio.
Entonces, como siempre he sido una mala persona, le pegué a la ventana con todas mis fuerzas.
Pobre Bichi, saltó llena de terror con los pelillos erizados... A mí, por supuesto (bestiezuela inconsciente), me pareció extremadamente divertido.
Bichi regresó a la ventana y yo, naturalmente, repetí el procedimiento.
Después de unas cuatro veces, volví a golpear la ventana pero esta vez *ZAZ* la ventana se rompió en mil pedazos, proyectiles asesinos, que me cayeron en mis bracitos ...(seguro a Bichi le pareció extremadamente divertido entonces).
Evidentemente, mi mamá se enfureció y me llevo al lavabo para limpiarme la sangre de las manos. Cuando abrió el grifo y el agua me cayó en la muñeca vimos mi herida. Tenía "la carnita" colgando y se podía ver el hueso. Las dos nos horrorizamos.
Yo nunca había visto tanta sangre y menos saliendo de mí a borbotones. Mi hermana corrió a la recámara y empezó a golpear la cama:
"NOOOO, Por qué a mí???, Por qué a mi hermanitaaaa??" (jaja).
Ataque de pánico familiar.
Después de ponerme un torniquete improvisado, las tres corrimos hacia vochín.
En ese momento, yo, con toda la madurez que una-niña-chimuela puede tener, me di cuenta que iba a morir. Además de todo, iba a morir intestada.
- Hermanita, tienes que tomar mi muerte con tranquilidad.
- bbbbbuuuuaaaaaaaaaa
- Ha llegado mi momento... pero quiero que te quedes con mis Ponys.
- BBBBUUUUUAAAAA
Entonces mi mamá procedió a tranquilizarme:
- Cáááááaállate pendeja!!! Y Dejen de decir pendejaaaaadaaaassss...
Nos pendejeó hasta que llegamos a la sala de urgencias. Me acuerdo que me dio mucho espanto. Habían personas atropelladas, balaceadas y ensangrentadas de a montón. Por supuesto, a cada instante me convencía más de que mi-momento había llegado.
Mientras esperaba pacientemente a ver-la-luz para caminar hacia ella, empecé a platicar con el único otro niño de la sala.
- ¿A tí que te paso?
- Mi abuelito estaba bailando y entonces lo asusté y le dije "Abuelo una tarántula" agarrándole el tobillo... Y me piso... y me rompió el dedo. Mira... - y me enseñó su dedo gacho (jaja... Se lo merecía, sin duda).
Pasé con el doctor. Me dio 13 puntadas y una paleta. Mientras me cosía, me dijo que me iba a regalar un pollito. Mintió.
Después de varias horas, regresamos a casa muy tranquilas. Mi mamá hizo rabieta por mi berrinche para conservar mi pijama-favorita... y por que Bichi estaba dormida en la canasta de la ropa limpia.
Update editorial de la hermana que tiene acceso al blog:
1. No empece a hacer drama hasta que ther llego y me dijo "No te preocupes hermanita, todos nos tenemos que morir algun dia. Te voy a cuidar desde el cielo"
2. Ther olvido mencionar que su ultima frase antes de romper el vidrio fue "Mama, mama! , mira como asusto al gato"
ah... ahora yo quiero contar en mi blog el día que me iba a morir (jijiji). Ya te lo mando. Un besazo y sigo viendo fechas --- en un lado u otro de las Uropas, nos veremos tocayita. Abrazo!
ResponderEliminarHola hola bailaora! por azares vine a caer aqui por el blog de la otra Cin, decirte que te cuides no es preventivo, pero espero que salgas adelante! echale ganas y espero no perderte la pista.
ResponderEliminarMarce