viernes, 7 de agosto de 2009

De chicos malos...

Cuando entré a la Secundaria Oficial 0097: Generalísimo Leandro Valle, me hacía gracia que la llamaran: "El Antro Valle"; pero en ese entonces yo me sentía una-burguesa-venida-a-menos y la idea de entrar a una secundaria oficial me daba espanto.

Sin embargo, me adapté rápido. Casi todos los compañeros eran muy amables y tenía dos mejores amigas (tan ñoñas como yo). Todo era miel sobre hojuelas.

Las tres hacíamos historietas de perritos ridículos en las que narrábamos eventos de la escuela y nos hacíamos llamar: Canito Mota (por cierto, todavía me dicen así), Berny y Bombita (jaja...) Mi hermana se llamaba Colmillo Mota.

Por azares del destino, un día el cuadernito de las historietas cayó en las garras de Alejandro Ponce, el adolescente malvado del salón. Era ÉL quien ponía los más crueles (y jocosos) apodos. Era ÉL quien torturaba psicológicamente a las gordas, los zurdos y a los compañeros con acné.

Para mi sorpresa, Alejandro Ponce me devolvió el cuadernito y se mostró indignado por no tener un personaje en los comics.
- Quiero salir en las historietas.
- ¿En serio? Necesitas un nombre.
- Me quiero llamar Cachondo Mota... Y puedo ser algo así como tu primo lejano.

Al parecer al maleante de pacotilla le pareció simpático el apellido "Mota" - ignorando que era por que el personaje era un perro con manchitas, sin relación alguna con la Mariguana. Pero igual le hice un perrito ridículo con el que quedó satisfecho. De vez en cuando me "robaba" el cuadernito de historietas y me lo devolvía al día siguiente intacto.

Meses después, nuestra orientadora organizó una votación para elegir al "Jefe de Grupo." Gané las elecciones después de que mi ñoña-mejor-amiga me nominara.

En ese momento, no sabía en lo que me metía. Yo pensaría que ser jefe de grupo involucraba algo más que ser la-aborrecible-espía-y-traidora que anota en la lista a "quién se portó mal" (pero no... Esa era mi única tarea: Ser la "achichincle-soplona").

En cuanto un profesor salía, Alejandro Ponce saltaba de su silla y hacía alguna payasada. Arrojaba manzanas desde el balcón del tercer piso, practicaba karate con pedazos de unicel o patinaba en calcetines en el salón de clases. Después me decía muy serio:
- Canito, bórrame porfavor. Mira que ya tengo dos reportes, no me vayan a correr.

Para su suerte, además de ñoña, siempre he sido una blandengue.

Un día que no había profesor, Alejandro Ponce le aventó una toalla sanitaria con alitas y tinta roja a una compañera (ja). Cosa que aterrizó a los pies de la orientadora cuando iba entrando.

- ¿De quién es eso?- preguntó muy indignada...
- De Cinthya maestra- contestó Alejandro Ponce casi de inmediato... " Me la dio por que me salió sangre de la nariz" (??)

La orientadora me miró fijamente. También él, con sus ojitos pelados y suplicantes.
- Es que no traía kleenex- contesté.

Ja. Alejandro Ponce se graduó conmigo de la secundaria en 1996.
Me preguntó qué fue de él. Pero espero que donde quiera que esté, Cachondo Mota sea muy exitoso y muy feliz.

2 comentarios:

  1. jajajaja, todo es taaaaaan cierto, de hecho ese cuadernito roló por todo el salón y aunque todos los bullys decíamos que era una ñoñada, secretamente nos gustaba leer sus chocoaventuras.
    Una imagen que siempre recordaré de esos ayeres, es la de una niña sentada en una esquina del salón con un cabello rebelde y un gran moño en su cabeza al estilo Aunt Jemima, que levantaba la mano sin cesar a cualquier cuestionamiento...

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  2. JAJAJAJA

    YEI... Y la chica más cool, rocker y bully del salón ahora está felizmente casada con un amigo de Berny Dober. Muahaha... que vueltas que da la vida.
    :)

    "La del moño colorado... me trae todo el dia mareado"

    Besos babosos!
    Canito

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