Hoy recibí una llamada telefónica.
- Hola?
- Hola? (escuché decir a mi propio eco)
- Holaaaaa?
- Holaaaaa?
Colgué el teléfono.
Otra vez volvió a sonar.
- Hola Ther. Que crees, te marqué pero no me oías. Sólo podía escuchar mi eco.
Muahaha. En realidad éramos mi hermana y yo hablando.
Oh sí. Una verdad contundente: Tenemos la misma voz chillona...
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